El baño suele ser una de las habitaciones más complejas de reformar. Para renovar el interiorismo no sólo es necesaria una inversión de tiempo y dinero, si no que no podremos disponer de él mientras duren las obras.
Partimos de que nadie quiere cambiar la decoración de su baño a no ser que sea indispensable y esa es una de las razones del miedo a jugar con los colores. ¿Y si los colores elegidos pasan de moda? ¿Y si afectan al valor de mi casa? Lo habitual es pintarlo de blanco y se acabó el problema. Pero el blanco no es la única manera de minimizar ese riesgo. Hoy os traemos 4 esquema de color que siempre funcionarán.
1. Blanco y Negro.
Este es un esquema clásico que fue muy popular durante el periodo Art Deco de los años los años 20 y 30 del s.XX y esas formas geométricas en blanco y negro en suelos y paredes han resistido con éxito el paso del tiempo. Utilizando azulejos a modo de tablero de ajedrez, un vinilo para puertas con una imagen en blanco y negro, accesorios de cromo y espejos con marcos de plata podremos conseguir un cuarto de baño que elegante y que evoque a a tiempos pasados.
2. Aguamarina, chocolate y blanco.
Esta combinación es un buen equilibrio entre lo tradicional y lo contemporáneo. Utilizando aguamarina y blanco conseguiremos dar un aspecto fresco a la habitación, añadiéndole calidez con los tonos chocolate en suelos o mobiliario.
Si queremos tener la sensación de estar en un spa, esta combinación ideal.
3. Escala de grises.
Jugar con varios tonos de gris puede ser la manera de dar un aspecto limpio, sencillo y lujoso. Añadir flores frescas o una planta exuberante y frondosa puede dar el toque clásico definitivo.
4. Azul y amarillo.
Si alguna vez dudamos si una combinación de colores puede funcionar, hay un sencillo truco para saberlo: búscala en la naturaleza. Azul y amarillo son una mezcla clásica, similar a la salida del sol en un cielo azul claro.