El estilo de diseño de interiores escandinavo se ha extendido por todo el mundo, siendo aclamado en revistas de diseño y blogs por ofrecer una mirada distinta a la decoración de espacios. Se trata de un enfoque que ha destacado por aunar simplicidad, minimalismo y funcionalidad y que, desde que surgió en la década de 1950, ha añadido ese punto de artesanía y elegancia a un gran número de hogares.
Hoy queremos desgranar el diseño de interiores escandinavo para enseñaros algunos trucos y consejos que podéis aplicar en vuestra casa.
La iluminación es clave
Con tan sólo siete horas de luz solar en los meses de invierno, la forma en que se utiliza la iluminación es de suma importancia para el diseño interior típico escandinavo: es una fuente de vida. Los interiores suelen tener varios tipos de iluminación según el estado anímico que quieran construir pero normalmente se tiende a usar apliques y lámparas de estilo moderno/industrial.
Forma y función
En cuanto a los muebles, los sofás, mesas y sillas y siguen las tendencias modernas de mediados del siglo XX, con bordes redondeados y tonos naturales. El diseño de interiores escandinavo también se enorgullece de ser innovador y funcional. Existe una tendencia a utilizar estanterías de pared de múltiples niveles y tamaños que refleja la necesidad de ser conocedores del espacio de almacenamiento a través de la práctica y el interés visual.
Suelos de luminosos
Los suelos enmoquetados no tienen lugar en el diseño escandinavo. En este, los suelos son tradicionalmente de madera dura, a menudo en su color natural o pintados de blanco. Esto contribuye a ampliar el espacio invitando a la luz a entrar.
Los baños residenciales también disponen en ocasiones de azulejos con calefacción para una sentir calidez bajo los pies durante la temporada de invierno.
4. Colores neutros
Sin duda hay una paleta de color asociada a los diseños escandinavos. Blancos, grises, negros y marrones se entrelazan para crear un ambiente limpio y sereno. Varios diseñadores también han incorporado otros colores pop como rosas y verdes polvorientos para añadir acentuar ciertos aspectos.
En este tipo de diseño las paredes se mantienen blancas, lo que permite que destaquen los muebles y el arte colgado en ellas.
Interiores libres de desorden
Una de las características más auténticas del diseño interiores escandinavo es la limitacón del desorden innecesario. El almacenamiento se lleva a cabo con prudencia en gracias a armarios y estanterías. La decoración es intencional, siguiendo el mantra “menos es más”, manteniendo un aspecto limpio y visualmente relajante.
Textiles cálidos
En los países de clima frío, no es de extrañar que parte de la decoración se base en elementos textiles como pieles de oveja, lana, mohair o algodón. No sólo proporcionan una sensación de calidez y comodidad, sino que también añaden textura a un espacio.
