¿Alguna vez has entrado a un cuarto de baño que desprende una gran elegancia y te has preguntado qué es lo que lo hace especial? No eres el único. Muchos queremos saber cómo algunos cuartos de baño consiguen ese aspecto lujoso con tan poco.
En este post queremos descubrir esos pequeños secretos de interiorismo que, por poco dinero, pueden cambiar radicalmente el aspecto del baño y transformarlo de una habitación más a un rincón especial.
Apostar por mamparas de vidrio translúcido
Las mamparas de baño de este material son una excelente idea. Estas aportan un aire de privacidad y sofisticación al cuarto de baño sin perder apertura visual. Además, no son mucho más caras que las mamparas de vidrio transparente.
No tenemos nada en contra de las mamparas transparentes ¡Al contrario! Estas siguen siendo una opción fantástica frente a las cortinas de ducha para crear una sensación de modernidad y cierto aspecto de spa.
Utilizar azulejos
El uso de azulejos en suelos, techos y paredes siempre consigue proporcionar unos acabados de lujo en cualquier espacio, ya sea tradicional o moderno. ¡Eso no significa que tengamos que destinar todo nuestro presupuesto a embaldosar el cuarto de baño de arriba abajo! En lugar de eso podemos conseguir un efecto similar solamente cubriendo una o dos paredes. Dejando el resto de paredes en blanco hará que lo azulejos sean la estrella del cuarto de baño, el punto focal del espacio, en especial si cuenta con un patrón bonito.
Otra opción no menos interesante y con un coste menor es la utilización de azulejos de vinilo adhesivo. Podemos encontrarlos en una amplia variedad de diseños y, pese a no ser de cerámica o porcelana, tienen características imprescindibles para ser colocados en el cuarto de baño como son la resistencia e impermeabilidad.
¡Espejos!
Los espejos son sinónimo de lujo pero además tiene otras ventajas. Pueden ocupar gran parte de la pared y reflejar el otro lado (en el caso de tener solo una pared con azulejos, por ejemplo, nos funciona perfectamente); y tiene la capacidad de prácticamente duplicar el tamaño de la habitación, haciendo que sintamos el baño como nuestro oasis personal.