Disponer del comedor y la cocina en un mismo espacio diáfano proporciona una distribución visualmente atractiva pero, en la mayoría de casos, genera problemas funcionales.
Los olores, el ruido, el humo o la suciedad típicos de las actividades que se realizan en la cocina acaban esparciéndose por todo el espacio afectando al bienestar propio de lo que llamamos la sala de estar.
Con este post queremos aportar algunas soluciones para poder separar estos dos espacios y, como mínimo, descansar visualmente del desorden de la cocina mientras nos relajamos en el sofá.
1. Utilizar una estantería
Esta es una opción popular y asequible para conseguir lo que buscamos. Una estantería barata de Ikea puede cumplir este objetivo a la perfección.
Además, las librerías ofrecen la opción de almacenar nuestros libros favoritos y añadir en sus estantes objetos decorativos que puedan irse adaptando según la época del año, las tendencias o los cambios en la decoración de nuestra casa. Si a esto le sumamos un elemento visual como una alfombra vinílica para acentuar la diferenciación entre ambos espacios, el resultado puede ser inmejorable.
2. Utilizar tela
Existen muchos tipos de tejidos que pueden servirnos para crear un estor o separador colgante de tela que además de aislar visualmente reduzca el ruido y atrape olores. Además, la elección de su diseño y color aportará un estilo singular allí donde la coloquemos.
3. Utilizar un tabique natural
Las plantas de interior son una gran manera de crear una pantalla entre la cocina y llas áreas de vida. Ya sea bambú o cualquier otra planta, es recomendable escoger especies que sean resistentes y requieran un mantenimiento bajo. Todos conocemos las ventajas de tener plantas cerca para empaparnos de su vitalidad y frescura.
4. Utilizar una puerta corredera
Si buscamos un elemento para una separación semipermanente, la utilización de un tabique o puerta corredera es una opción genial. De esta forma conseguiremos una pantalla que aislará ambos espacios sin que ninguno perturbe al otro.
