La mayoría de las veces, los espacios que más nos inspiran son los que poseen un diseño de interiores totalmente único y a la vez útil. Tienen ese brillo especial de carácter, toneladas de textura y, a pesar de ser un poco raros o sorprendernos de entrada, simplemente funcionan. Es ese tipo de originalidad que te encuentras sin esperarla.
Si hacemos una pequeña reflexión sobre el interiorismo y la decoración es fácil darse cuenta de que el encanto y el gusto pueden hallarse e insertarse en un espacio de muchas maneras distintas por lo que las normas pueden servirnos para empezar, pero lo importante es el resultado final.
Hoy, paradójicamente, os traemos algunas normas que rompen con las normas habituales del diseño de interiores:
Primera norma
Antes de quitar esa extraña chimenea, el inodoro rosa o esos azulejos del suelo, espera. Algunos de los espacios más geniales aprovechan aquellos elementos que de entrada podrían parecer horribles y los convierten en un elemento de diseño único y kitsch o punto focal especial. Muchos elementos decorativos pueden ser reinterpretados y gozar de una segunda vida.
Segunda norma
Usa tus recuerdos, tu arte y tus colecciones como decoración. Esto no solo hace que tu hogar quede totalmente personalizado de manera instantánea, sino que además estos pequeños objetos pueden organizarse y exhibirse de manera muy similar a como lo hacen otras piezas de decoración, aportando elegancia y estilo.
Tercera norma
Capas, capas y más capas. Este es el truco de diseño más común que puede verse en estos espacios únicos. Alfombras sobre alfombras, ilustraciones apiladas una frente a otra, libros que se superponen con esculturas u otros artículos encontrados que no tienen relación entre sí, etc.
Cuarta norma
Lleva los principios de diseño tradicional al extremo. Si tiene techos altos, amplíalos con tapices, cubre las grandes áreas de suelo con una alfombra vinílica a medida o llena tus sofás de cojines extravagantes.
