¿Tienes problemas para conciliar el sueño? ¿Necesitas descansar más profundamente? La decoración del dormitorio puede tener un impacto significativo en la calidad del sueño. A continuación, te damos algunos consejos para conseguir un ambiente que te ayude a descansar mejor.
Colores relajantes
Para conseguir un ambiente acogedor es importante utilizar colores neutros y relajantes para las paredes y los textiles del dormitorio. Tonos como blancos, beige, pastel y grises suaves pueden crear una atmósfera tranquila y calmada. Evita utilizar colores brillantes como el rojo o el naranja.
Una buena opción para evitar un dormitorio aburrido es añadir en una de las paredes papel pintado autoadhesivo con algún motivo relajante o con colores neutros. Esta selección de papel para pared puede funcionar muy bien:
Ruido cero
Si vives en un vecindario ruidoso, intenta deshacerte de él para conseguir conciliar mejor el sueño. Puedes optar por usar tapones para los oídos o una máquina de ruido blanco para bloquear sonidos molestos y mejorar la calidad del sueño. Otra opción para bloquear el sonido es a través de los textiles como alfombras o cabeceros.
La temperatura idónea
Mantener el dormitorio a una temperatura agradable favorece la conciliación del sueño. Las temperatura más frescas suelen favorecer a un mejor sueño. Evita temperaturas extremas, para ello puedes utilizar textiles livianos y hasta alfombras vinílicas, ya que estas son aislantes térmicas y ayudan a mantener el suelo frio en verano y caliente en invierno.
Encuentra la paz en el orden
Mantener el dormitorio ordenado es muy importante para conseguir un ambiente relajado. ¿Sabías que un espacio limpio y organizado puede contribuir a una sensación de calma y serenidad? Cosas tan simples como hacer la cama todas las mañanas, evitar sobrecargar las mesitas de noche con objetos y eliminar el desorden visible como los cables te ayudarán a relajarte y a descansar mejor cada día.
Aromaterapia
Aunque parezca mentira, un dormitorio que huele bien favorece un mayor descanso. Puedes optar por aromas relajantes como la lavanda o azahar. Puedes añadir velas, difusores con aceites esencias y hasta almohadas con fragancias.
Desconecta los dispositivos electrónicos
Evita la presencia de dispositivos electrónicos en la habitación, especialmente antes de acostarte. La luz azul de las pantallas puede interferir con la producción de melatonina, una hormona clave para el sueño.
Iluminación relajante
Es importante conseguir un espacio oscuro evitando la luz exterior para ello, puedes colocar cortinas opacas o bien persianas que te ayuden a bloquearla. Si eres de esas personas que lee antes de dormir o le gusta estar un rato en la cama, intenta colocar luz tenue para ayudar al cuerpo a relajarse. También, es importante que la luz esté colocada a un nivel inferior al de la cama, hay estudios que dicen que favorece el sueño ya que es lo más parecido al atardecer.